Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 18, 12-14

12 El hombre respondió a Joab: «Aunque pudiera pesar en la palma de
mi mano mil siclos de plata, no alzaría mi mano contra el hijo del rey, pues
ante nuestros oídos te ordenó el rey, a ti, a Abisay y a Ittay: “Guardadme al
joven Absalón.”

13 Si me hubiera mentido a mí mismo, expondría mi vida, pues al rey
nada se le oculta y tú mismo te hubieras mantenido aparte.»

14 Respondió Joab: «No voy a estarme mirando tu cara.» Y tomando
tres dardos en su mano los clavó en el corazón de Absalón, que
estaba
todavía vivo en medio de la encina.